lunes, 4 de agosto de 2014

"Soy un kamikaze"

Aliado del éxito,. Jugaba al rugby hasta que de la mano de Cris Morena entró en la tele y se hizo popular. Hoy, a los 23, es uno de los actores más versátiles del medio. En busca de nuevos desafíos, se atreve a todo. Está de novio con Tini Stoessel.



Verano de 2004. Juan Pedro Lanzani veraneaba con su familia en las playas de Cariló cuando una fotógrafa se acercó a su carpa y les pidió a los padres si le podía sacar una foto al nene. Típica foto linda de playa, pensaron. Pero a la semana esa misma mujer volvió al balneario para decirles que querían que Pedro fuera la imagen de la marca de ropa Mimo & Co. Le consultaron y Pedro aceptó sin vueltas porque le parecía divertido. Fue durante dos años la cara de la firma infantil hasta que la ropa no le entró más. Pedro siguió con su vida, con su rugby en Alumni, con sus amigos del Belgrano Day School, hasta que dos años después sonó el teléfono de su casa. Atendió Api, su mamá, y le dijeron: "Somos del casting de Cris Morena y queremos hacerle una prueba a su hijo". Pensaron que era un chiste. Pero no. A Pedro no sólo le tocó hacer una escena de Floricienta sino que quedó elegido para Chiquititas. Tenía 16 años, cero experiencia, pero algo sedujo a Cris Morena y lo tomó. Pasaron nueve años y hoy Peter -así lo apodaron- es uno de los actores más requeridos y versátiles del momento. A su vez, en lo personal, hace un año que está de novio con Martina Stoessel, la actriz que protagoniza la serie de Violetta, ídola juvenil, y eso lo hace mucho más popular y deseado. De más chiquito, Peter tuvo un romance con Lali Espósito, su compañera de ruta en los comienzos con Cris Morena. Ambos trabajaron en Casi Ángeles y de ese programa salió la banda Teen Angels muy querida por los adolescentes. La banda fue un furor, hizo delirar a miles de fans en teatro y salieron y salieron de gira por todo el país y el exterior. Se disolvió en 2013 tras dejar un filme de recuerdo y cada integrante siguió su camino.


Hace un tiempo que venís haciendo diferentes cosas en teatro, musicales. ¿Te corriste el rol de galancito? ¿Te molesta que te tilden de galán?
No, no me molesta. Pero estoy haciendo un recorrido para formarme en todos los aspectos. Si tengo que hacer del antigalán, lo voy hacer. Yo no tengo drama de hacer nada. Me parece hasta genial romper con esquemas y buscar diferentes cosas. Estoy ganando experiencia tanto en lo personal como en lo profesional. La prueba está haber sido parte de Fuerza Bruta y de Casi Normales, dos cosas que fueron increíbles. 

Sos mandado...
Sí, yo me mando y voy por más. Cada día quiero aprender cosas nuevas y crecer. Me encantan los desafíos. Por eso hice el musical Camila y canté en Sres. del Musical. Ahora estoy grabando Sres. Papis, con un personaje que está bueno, porque hago de un tipo más grande, un ejecutivo que enamora a Laura Novoa. Ya grabé la segunda temporada de Aliados (Telefe; termina hoy) e hicimos las vacaciones de invierno con Aliados, el musical, en el Gran Rex, que estuvo buenísimo.

¿Tenés representante? ¿Quién te ayuda en tu carrera?
Yo soy mi representante. Hace un año me abrí de Cris Morena, quien me acompañaba en lo profesional, y voy buscando mis cosas. Por ejemplo, el trabajo en La Dueña, que grabé hace dos años, me lo conseguí yo por  ser amigo de Nacho Viale (productor y nieto de Mirtha Legrand), Nacho me dio esa oportunidad y estoy agradecido de por vida. Hoy en día estamos tratando de hacer un proyecto juntos.

¿Estudiaste actuación?
Yo había arrancado a estudiar dirección de cine, pero no pude seguir porque estaba de gira. Pero tengo la teoría de que el training se hace día a día, teniendo nuevos desafíos y personajes... Y busco mi método o "escucho" el método de lo que hago en ese momento. Ahora arranqué a estudiar teatro con el Indio Romero, que es un genio. Me dirigió en Casi Normales y me voló la cabeza.

¿Cómo vivís cada desafío? ¿Te estresás? ¿Te ponés histérico?
No, cero, trato de relajarme. Sí, estoy a mil, pero mi familia, mis amigos, mi novia están siempre, sólo hay que congeniar los tiempos. Ellos son mi cable a tierra, mi eje. Y siempre me armo un hueco para estar con ellos.

¿Te ves actuar? ¿Sos autocrítico?
No me veo mucho, pero sí soy autocrítico. En Aliados yo grababa dieciocho escenas por día. Mucho. Y es todo rápido a pesar de que el programa estaba muy cuidado y hay mucha concentración. El teatro tiene otros tiempos. Ahora tuve mi revancha con Aliados, el musical y pude meterle más cosas al personaje.

¿Te gusta Aliados? Es un programa particular, con seres de luz, con mucha problemática...
Fue un programa duro, pero está bueno que haya sido duro. Los temas que trataban son cosas que pasan. Los adolescentes sufren mucho por la anorexia, por el bullying.

¿Sufriste el bullying alguna vez?
No, pero hace más de dos años que vengo trabajando por la causa...

- Algo de mí -
Virginiano, del 24 de agosto de 1990, Peter es el tercero de cuatro hermanos. Su gran pasión fue siempre el rugby. Competitivo hasta la médula, le gusta ganar y siempre fue el "calentón" del grupo. "Pero ahora crecí un poco. Igual hay que ganar... y saber perder", dice. Su papá, Pablo, es abogado y su mamá, economista. No hay artistas en la familia.

Digamos que fuiste medio inconsciente en meterte en la tele...
Sí, soy inconsciente. Nunca había estudiado ni actuado nada. En las play (obras) del colegio era Arbol 2 y cantaba de fondo... (risas). Era pésimo y hoy en día sigo siéndolo. Uno va mejorando y si tenés ganas de seguir, es a prueba y error.

Tampoco seas tan duro con vos.
Bueno, no sé si pésimo, pero me falta un montón de todo. Y eso me lo va a dar la vida. Lo que aprendí es que actuar es mostrar las emociones. Y si uno no las conoce las tiene que actuar, y si las conoce las tiene que implementar.

¿Tuviste ganas de abandonar la carrera alguna vez?
(Risas.) Sí, todos los días. Pero es luchar contra la inseguridad, el ego del actor,  a veces uno le pone mucho y no da resultado. Es como si agarrás a un futbolista y le decís sos un choto y te dice pero la pucha, ¿me entreno todos los días para ser un choto? Bueno, vamos otra vez...

¿Hacés terapia?
Mi mejor terapia la hago en el auto. Escucho un disco cada semana: The Kooks, Illya Kuryaki, Frank Sinatra, Los Beatles... Mientras, pienso, es el momento de la charla conmigo mismo.

¿Y cuándo te diste cuenta que querías ser actor?
Desde que arranqué en Chiquititas me gustó. No sé si quiero "ser actor", quiero formarme en esto. Ya se actuando, produciendo, dirigiendo... No lo encasillaría solo en la actuación. No soy cantante, pero canto; y aunque haga un musical, no soy un actor de comedia musical y me encanta hacerlo porque canto y actúo... Y me encantó lo de Fuerza Bruta.

¿Cómo te definirías?
Como un kamikaze. Todo es a prueba y error. Si me sale mal, me sale mal. El éxito es efímero. Si después de Casi Ángeles no hubiera hecho nada, yo no sería nadie en este medio. Y no es que busco ser alguien, lo que busco es formarme.

¿Todavía hay prejuicios con vos?
El prejuicio va estar siempre, del lindo, o algunos se preguntan: ¿Y a este que le ven? Y yo me rompo el lomo, tomo clase de canto. Me gusta cantar, aprendí... Imaginate que canto yo, que salí de una cancha de rugby (risas).

¿Te bancás las críticas?
Sí, pero cuando veo que me están empezando a afectar trato de no leerlas.  Como lo que me pasó en su momento con Twitter. Estaba con mil cosas y dije: "Si me voy a empezar a enfermar prefiero dejarlo de lado y enfocarme en lo que me tengo que enfocar". Y dejé Twitter. Hace unas semanas volví.


Peter tiene un millón de seguidores en la red social del pajarito. Cuenta que la maneja con responsabilidad porque es un lugar de mucha exposición. Pero le pone la energía necesaria. Sí le dedica mucho tiempo al cine: "Soy fanático del cine, voy dos veces por semana. También compro películas. Ahora estoy viendo una serie de Marlon Brando".
Hace un año y medio que Peter se enmancipó y se mudó a un complejo en el Tigre. Estar alejado de la ciudad, dice, lo ayuda a despejar la cabeza. Cuenta que lleva una "vida normal" a pesar de su popularidad y que él mismo va al supermercado. Su departamento está ordenado y le encanta hacer asados para los amigos. También cocina milanesas y en su cabeza está la idea de hacer un curso de chef. En cuanto a las finanzas, también las tiene controladas: "Mis papás me llevan la contabilidad y me ayudan en todo, son un diez. Sin ellos no habría llegado a ningún lado. Son mi ejemplo. Y bueno, a los 23 ya tengo un departamento y un auto. Tengo una base y me lo hice yo, es mío. Agradezco haber sido un codito y ahorrado. Aunque cada tanto me copo con cosas. Ahora me calenté con una cámara y me la voy a comprar porque quiero filmar unos cortos que escribí", adelanta.

Hablemos de amor. ¿Cómo la conociste a Tini? ¿Qué te enamoró de ella?
La conocí en eventos y después nos empezamos a ver. Tenemos una linda relación, sabemos acompañarnos. Los dos nacimos en este medio, pero sabemos cuidarnos. No sé qué me enamoró... su ángel.

¿Sos celoso?
No, nunca fui muy celoso. Y yo soy muy tranquilo también. Nunca bardeé. Siendo adolescente he salido y me he cagado de la risa, pero siempre fui muy recatado y traté de cuidarme lo máximo posible.

¿Te gustaría casarte algún día?
Siempre fue uno de los grandes deseos de mi vida, pero ni lo pienso ahora. A mí me gustaría pero por el momento estoy en otra sintonía y Tini también.

O sea que la ves como la mujer de tu vida...
Sí, estoy feliz y enamorado. Son cosas que se van a ir dando durante la vida. Nuestras familias se conocen y se llevan muy bien.

La mamá de Tini es medio combativa en Twitter con algunas fans, también con las fans de Lali. ¿Qué pensás de eso?
Sí, es un personaje. La mamá de Tini es una buena persona, la quieree mucho y la cuida. Yo también la quiero. Y aclaro que con Lali compartí un montón de cosas y nunca me peleé con ella.


@ Revista Viva por Silvina Demare

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